Según se desprende del Boletín editado por el Departamento de Prevención de Riesgos Laborales de CROEM, los datos de siniestralidad laboral que abarcan la evolución del periodo comprendido entre enero y julio estuvieron marcados en gran medida por un mercado de trabajo muy afectado por el Estado de Alarma y por el número de personas en situación de ERTE o que desarrollaron su actividad en remoto como consecuencia de la pandemia originada por la Covid-19.
En relación a 2019, hubo una variación del -19,3% en el total de accidentes con baja.