Así pues, desde marzo nada recuerda al pasado anterior, registrándose las mayores caídas de los niveles de producción en lo que va de siglo. De hecho, España pasa por ser uno de los países desarrollados más afectados. Dentro de un largo pesimismo que parece no tener fin, algunos detalles permiten mantener la esperanza en la Región de Murcia, a pesar de los más de 1.500 fallecidos que la pandemia ha ocasionado.
El primero es que la Región muy posiblemente se sitúe entre las autonomías menos castigadas en términos de actividad económica, como adelantan las estimaciones disponibles de los distintos servicios de estudios. En segundo, tras alcanzar un mínimo durante el Estado de Alarma (con caídas de dos dígitos), la actividad se va recuperando de manera lenta pero paulatina a pesar de las distintas medidas de contención a las que han obligado las sucesivas olas.
En todo caso, la situación no es homogénea en los distintos sectores. Mientras Agricultura e Industria podrían estar ya cerca de retornar a los niveles precrisis, Construcción y sobre todo algunas ramas de Servicios han sufrido un daño difícilmente reparable. Por tanto, resulta difícil discernir cuándo se retornará a una normalización de la actividad. Más aún cuando en el comienzo de 2021 un nuevo pico de contagios recordaba que la erradicación de la enfermedad queda todavía muy lejos.