La hostelería es una de las actividades que más está padeciendo la situación de crisis derivada de la pandemia. Al no ser considerada esencial, los establecimientos se vieron obligados a cerrar hasta que comenzó el proceso de desescalada, con los perjuicios que ello ha supuesto para los empresarios.
De hecho, aún hay subsectores, como bares y discotecas, que mantienen la incertidumbre puesto que no podrán desarrollar su actividad con normalidad.
Es necesario por tanto que todos redoblemos los esfuerzos para apoyar a los empresarios de hostelería, que se han movilizado asistidos por toda razón, para defender sus intereses. Nuestra federación asociada HOSTEMUR ha llevado a cabo distintas acciones que CROEM respalda y que responden a la necesidad de sensibilizar y concienciar de la problemática que padecen desde el pasado marzo.
En este proceso de desescalada juegan un papel fundamental los ayuntamientos, por cuanto las ordenanzas locales son las que inciden más directamente en la actividad hostelera. En este sentido tenemos disparidad de sensibilidades según los municipios, no existe un criterio unánime regional que busque el impulso de un sector muy dañado y del que dependen miles de familias.
Preocupa mucho lo que está sucediendo en el más grande de todos, el de Murcia, que concentra el grueso de la actividad del sector y que está encontrando más problemas que en otros lugares de la región para intentar recuperar poco a poco la normalidad ahora que las fases de desescalada avanzan. Sirvan como ejemplo a seguir las medidas de ampliación de terrazas que se han tomado en municipios como Cartagena, Lorca o Archena, entre otras, para revitalizar el sector a través de los incentivos demandados por los empresarios.
Instamos desde esta confederación a una mayor sensibilidad de la Concejalía de Vía Pública del Ayuntamiento de Murcia para atender las demandas de los empresarios del sector, que ya han demostrado su total colaboración a la hora de compaginar la actividad con las necesarias medidas de prevención. No es momento de desencuentros sino de propiciar la máxima colaboración de las instituciones públicas y el sector privado, que sustenta la creación de riqueza y empleo.
La petición de los hosteleros del municipio de Murcia de ampliar la ocupación de terrazas de manera provisional para compensar las pérdidas que están teniendo tiene toda lógica y cuenta con el respaldo de CROEM. La actividad hostelera marca el pulso de una ciudad y es un indicador director de la recuperación del consumo y, por tanto, del dinamismo de la economía. No podemos olvidar que la hostelería genera 37.000 puestos de trabajo directos -50.000 si contamos los indirectos también- y representa el 11,2 del PIB regional.
Estas cifras hablan por sí solas y por este motivo la confederación empresarial regional pide más reconocimiento, más compromiso y sobre todo más apoyo para la hostelería.
